Tras una agetreada semana en León trabajando, por fín he regresado a casa.
No estuvo mal la experiencia para recordar los viejos tiempos en los que aún era libre como el viento (a lo que a enanos se refiere).
Ví de nuevo a los leoneses, y les enseñé, cómo no, una foto del pequeñajo. Creo que sólo había visto una Laura, que le había enviado por correo.
El trabajo, como siempre, pero como hacía mucho que no iba, y sólo fueron cuatro días, se me hizo muy ameno. La pena es que hizo mal tiempo, asi que me dediqué a vagar por "El Húmedo" y beberme unas cervecitas, cosa que echaba de menos (aunque bien es cierto que es mejor si se está acompañado).
En cuanto al peque, me dió mucha pena tener que dejarle, y realmente tenía ganas de volver para verle, pero a todo hay que acostumbrarse. A mi vuelta estaba muy mimoso, cosa que en el fondo me encanta.
Pero por fín.... de vuelta a casa.
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