Una de las excursiones que hicimos este verano fué muy cerquita: "El Bosque" de Béjar, declarado como jardín histórico-artístico.
El jardín está a un kilómetro más o menos Béjar (en Palomares). Hay que seguir la carretera de salida en dirección Salamanca y tomar un camino que parte de la margen derecha (lo digo por quienes queráis ir a verlo)
El Bosque es un parque señorial construido por los duques de Béjar en el siglo XVI. Los jardines están declarados por el Estado de interés artístico nacional y destacan los juegos de aguas, pequeños estanques y numerosas fuentes.
He aquí un poco de historia: El Bosque es una creación del Renacimiento realizada a mediados del siglo XVI. El lugar elegido era una posesión campestre que los duques de Béjar mantenían como coto de caza desde la Edad Media, con la posterior incorporación de terrenos comunales como el Prado Sanjuaniego o Las Bañaduras Altas (un hecho que ocasionó conflictos entre los vecinos de Béjar y la Casa Ducal que llevaron a muchos pleitos (sobre todo porque los vecinos se quejaban de que el duque retenía todo el agua y no podían siguiera regar las tierras y porque no estaba muy claro si podían disponer de los terrenos comunales o no)).
En este bosque, el duque Francisco de Zúñiga y Sotomayor mandó edificar un palacete, un oratorio anejo, un estanque, parques alrededor y jardines. Se convirtió así en lugar de descanso y recreo y coto de caza.
Bueno, y ahora os cuento un poco cómo fué nuestra visita: Empezamos a ver El Bosque por la Casa del Bosquero -también llamada Casa de los Oficios- (de ésta no sacamos fotos, porque estaban con cosas de obras, ya que siguen restaurando parte). Aquí vivían los guardeses, encargados del mantenimiento y vigilancia de la propiedad. Se les denominaba "bosqueros"
Después pasamos a ver el palacete por fuera (por dentro está sin restaurar todavía) que es de forma rectangular con tejado de uralita, y que está situado frente al estanque alto, con vistas del bosque y de la sierra. Cada ventana remata en una coronación heráldica labrada con el escudo de los Zúñiga en la parte Superior, el de los Sotomayor a la izquierda y el de iniciales F. G. a la derecha, alusivo a Francisco de Zúniga y Sotomayor, IV duque de Béjar y Guiomar de Mendoza y Aragón, su primera esposa, que fueron los duques fundadores.
Detrás del palacete se encuentra la capilla, en la que se veneraba el Cristo de la Expiración, de principios del siglo XVII. Junto a la capilla están las caballerizas, una larga nave de una sola planta. (la capilla está en restauración, y las caballerizas están a continuación del palacete en las fotos)
En el centro está el estanque, que tiene una forma irregular y está rodeado de varias fontanas de piedra. Lo que más llama la atención es su isla en la que destaca el templete instalado en el s. XIX en sustitución del original. El estanque se llena con las aguas del arroyo "Garganta del Oso", desviadas de la sierra. Antiguamente había cisnes y utilizaban barquillas para dejar a sus ocupantes en el quiosco. Las aguas del estanque sirven, además de para regar los jardines inferiores, para poner en movimiento las fuentes y sus juegos de agua, así como regar los prados bajosFoto hecha por David |
Foto hecha por David |
Foto hecha por David |
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Siguiendo por el paseo, llegamos a la Fuente de los Ocho Caños, situada enfrente del palacete.
En el paseo del estanque está situado el "cubo del desaguadero", con su escalera de caracol para facilitar el vaciado del agua embalsada y, tal vez, para alentar la creencia popular en un supuesto pasadizo hasta la isla. Muy cerca de este cubo se encuentra la escalinata de piedra que conduce a la terraza del jardín (no tengo fotos porque la cámara la tenía David sacando a una niña que había por ahí).
El jardín fué rediseñado en el S.XIX, pero con aquella reforma se perdió el trazado geométrico que tenía.
Entre los árboles destaca a sequoia de la parte central de la terraza; y aún quedan algunas fuentes del jardín renacentista.
Desde la terraza del jardín se accede a la de la huerta (que nosotros no pudimos ver porque estaba cerrada), dedicado al cultivo de frutales. A través de la escalinata de la huerta nos dijeron que se llega a una alameda que conduce hasta la entrada original de El Bosque. Desde el s. XVI y durante más de tres siglos, la alameda proseguía fuera de los límites de la finca hasta el puente de la Corredera, para llegar a las calles que llevan hasta el palacio ducal de la plaza mayor de Béjar.
Y esto es a grandes rasgos lo que os puedo contar. Espero que no os haya metido mucho rollo.
precioso y muy ilustrado todo
ResponderEliminarGracias guapa. A ver si ya me empiezo a poner otra vez las pilas.
ResponderEliminarBesos.