Hace unos días, y aprovechando que aún no hace mal tiempo y se puede navegar en el catamarán, nos hemos dado un paseo por el Miño
Realmente no nos enteramos de mucho de lo que la guía nos iba contando, ya que David no hacía más que hablar y preguntarle (la llamaba "capitana") cuestiones tan importantes como "por qué ese no era un barco pirata, y dónde estaba la vela" (que por cierto, le dijo que para el próximo año le iba a dibujar una con calavera y todo), "si íbamos a ver al Señor Cangrejo" (ya sabéis, Bob Esponja), o si podíamos llegar a África en el barco.
Pues el caso es que nos dimos una vueltilla de unos 10 km. por el río en una de las partes en las que había más calma y estaba más embalsado. Teníamos unos 2 m. de profundidad y en algún punto llegamos casi a rozar el fondo. La guía nos habló un poco del río Miño (nada que no supiéramos o que no esté en los libros de texto).
Nos comentó que en aquella parte del río, hasta los años 50, se pescaban angulas. Para ello hacían muros de piedra a ambos lados dentro del río, con forma de V para que pasaran por la parte estrecha, donde ponían unas redes. Actualmente no se hace, y casi todas las paredes se han perdido.
De vuelta, esta es la vista que se tenía de la orilla que da a Lugo:
Y ya por último, cómo David hizo de grumete y ayudó a tirar las defensas (a las que llamaba recompensas*) para atracar el catamarán:
* si no, que se lo digan a la Moni
.
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