Laguna del Duque

Ya de vuelta en Peromingo, otra de las excursiones que hicimos (aparte de las piscinas, etc.), fué a la Laguna del Duque (Ávila).

La Laguna del Duque se encuentra en la provincia de Ávila, muy cerca de Solana de Ávila; y pertenece a la Sierra de Gredos. Es una laguna natural de origen glaciar y se supone que es la más grande de esta sierra.

Como hacía un tiempo estupendo (no mucho calor), decidimos empezar con un poquito de montaña para ir introduciendo y tanteando a David. La verdad es que nos quedamos asombrados de el aguante y la facilidad con la que hizo la marcha, incluso en las zonas más difíciles por las que tuvimos que utilizar las cuerdas para el ascenso.

Bien, pues salimos de Peromingo nada más comer, y en una hora recorrimos los 50 km. que hay hasta allí. A las cuatro de la tarde más o menos iniciamos nuestra marcha por la ruta que lleva la tubería de la Central del Chorro (que da servicio de luz a esta zona). 

No recuerdo exáctamente el tiempo que nos llevó la subida, pero estimo que alrededor de una hora.

La que elegimos era la más peligros y difícil, pero la más corta. Al principio dudamos de hacer ésta (que era la que conocíamos bien), o la que nos indicaban los letreros; pero al final nos decidimos por la primera, ya que la excursión la hicimos sólo de medio día (cosa que remediaremos para el próximo año porque si no, nos da mucho tiempo para poder bañarnos).

A eso de las siete, emprendimos el camino de regreso, que fué lo que peor llevamos porque tuvimos que recordar constantemente al peque cómo había que hacer los descensos (si por él fuera, en diez minutos ya estaba en el coche).

El tiempo que estuvimos arriba David se lo pasó pipa.

 

Primero merendamos:

  

... luego intentamos coger algunos peces (pena que no usamos las herramientas apropiadas)...

Eso sí, cabra no vimos ni una salvo la de siete años que va a dos patas). Lo que sí vimos fueron vacas:

 En fín, pues que creo que el año próximo nos lo vamos a tomar más en serio y no será la primera escapada que nos hagamos a la montaña (y el padre más feliz que unas castañuelas).