De vez en cuando está bien ir a la playa, y mejor aún ir a la playa con amigos con hijos mayores.
Este es el caso de Bris, que tiene dos niños (un niño de cuatro años y una niña de once). Y he aquí la gran ventaja: puedes estar charlando tranquilamente porque hay alguien que "entretiene" a los más pequeños. Y lo que es mejor aún: no te tienes que estar bañando continuamente en el mar.
Nos fuimos a pasar el día a Miño, a la playa, que está a unos 90 km. de aquí. Esta playa nos gusta bastante, porque a parte de estar relativamente cerca y estar muy limpia, el oleaje no es mucho y los niños se pueden bañar sin peligro. Además hay una zona de merenderos entre árboles que está muy bien para comer.
El día fué estupendo, y aun llegando más o menos pronto (hacia las 11 de la mañana) y ser un martes, tuvimos algún problemilla ya para aparcar, porque estaba a tope. Pero nada de que unas pequeñas vueltas no puedan solucionar (y un poquillo de suerte tampoco).
Y aparte de bañarse, los peques se enterraron en la arena...
... e hicieron castillos
Y bueno, así vamos pasando los días hasta que llegue la hora de empezar el cole.
No hay comentarios:
Publicar un comentario