Dudamos entre ir hasta San Isidro o ir al puerto de Pajares. Al final, la segunda opción fué la elegida (sobre todo por la cercanía).
Fuimos hasta Branillín. Pasamos la mañana tirándonos por la nieve con un plástico y un trineo, y hasta tuvimos "nieve voladora".
Nosotros sólo llevábamos un plástico, que se nos voló.
Después conseguimos otro más grande...
... pero a la media hora, nos hicimos un amigo que compartió con nosotros su paleta
y su trineo
, y nos pasamos hora y media haciendo carreras..... !! Es lo que tiene ser niño!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario